Los pilares de la educación del futuro


“Los pilares de la educación del futuro”
     Como muy bien nos dice Juan Carlos Tedesco, director del Instituto Internacional de Planificación Educativa (Buenos Aires). “La dinámica de la sociedad del conocimiento e información, se refleja necesariamente en el campo educativo. Donde los cambios profundos en la economía, la sociedad y el conocimiento crean un nuevo contexto en el que la educación se afronta a nuevos retos.”

     El primer reto, es el postulado de aprender a aprender, que hace referencia a los desafíos educativos desde el prisma del desarrollo cognitivo. Puesto que hoy día la relevancia capital que ha adquirido no se puede confinar en la educación en una sola etapa de la vida, sino que es algo que debe convertirse en un elemento siempre presente. Por tanto podemos deducir que la tarea educativa no debe verse como un mero instrumento de transmisión de información sino que debemos aprovechas las ventajas que éstas nos ofrecen y priorizar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

     El segundo reto, hace hincapié en la forma de aprender a vivir juntos, donde entran en juego todos los desafíos relativos a la consecución de un orden social en el que podamos vivir cohesionados pero manteniendo nuestra identidad domo diferentes. Siendo la educación la que actúa como un contrapeso del nuevo capitalismo, que comporta diferencias sociales cada vez más acentuadas. Una prueba de ello es la globalización que indudablemente rompe los compromisos locales y las formas habituales de solidaridad y cohesión.

     Así que podemos decir grosso modo, que el primer reto sintetiza los desafíos educativos bajo el punto de vista del desarrollo cognitivo, mientras que el segundo sintetiza la construcción de un orden social donde todos podamos convivir cohesionados y manteniendo nuestra identidad como diferentes.
Voy analizar dos grandes categorías: la relacionada con la dimensión institucional de la educación y las relacionadas con proceso de enseñanza-aprendizaje.
·         Dimensión institucional:
Debemos tener en cuenta y como punto de partida el debate sobre la descentralización de la educación, la autonomía a las escuelas e, incluso, las propuestas que tienden a fortalecer las alternativas educativas basadas en las nuevas tecnologías que permitan individualizar cada vez más el proceso pedagógico. La autonomía como el desarrollo integral impregnado en un proceso de individualización se debe orientar para favorecer la libertad y el reconocimiento de la identidad. Por tanto, la escuela, debe promover experiencias masivas de conectividad, más fácil hoy día por el uso de las nuevas tecnologías. En este sentido, puesto que la población tiende a segmentarse, los barrios son cada vez más homogéneos y los contactos entre diferentes sectores de población más difíciles. Debiendo la escuela favorecer los programas de intercambio, contacto, etc.


·       La enseñanza-aprendizaje
Desde el punto de vista del aprendizaje, la cuestión que estamos analizando pone de relieve que no sólo se trabajan los aspectos cognitivos, todo es un proceso más global donde se integran todas las áreas del desarrollo.
     La significativa velocidad que ha adquirido la producción de conocimiento y la posibilidad de acceder a un enorme volumen de información de forma fácil, a diferencia del pasado, nos obligan a seleccionar, a organizar, a procesar la información, para que todos podamos utilizarla en un sentido más crítico. Este cambio de objetivos está en la base de las actuales tendencias pedagógicas, que ponen el acento en los fenómenos meta-curriculares. David Perkins, por ejemplo, nos llama la atención acerca de la necesidad de distinguir dos tipos de conocimientos: los de orden inferior y los de orden superior. Los primeros son los conocimientos sobre determinadas áreas de la realidad. Los de orden superior son conocimientos sobre el conocimiento. El concepto de meta-currículum se refiere precisamente al conocimiento de orden superior: conocimientos acerca de cómo obtener conocimientos, acerca de como pensar correctamente, acerca de nociones tales como hipótesis y prueba, etc. (David PERKINS (1995). La escuela inteligente; Del adiestramiento de la memoria a la educación de la mente. Barcelona: Gedisa. También: Stuart McLURE y Peter DAVIES (1995). Aprender a pensar, pensar en aprender. Barcelona: Gedisa.)
     Este enfoque implica, obviamente, un esfuerzo mucho mayor en el proceso de aprendizaje, tanto por parte del profesor como de los alumnos y abre una serie muy importante de problemas para la formación inicial de los profesores, sus modalidades de trabajo pedagógico, sus criterios de evaluación y los materiales didácticos.
     La modelización del docente consistiría, de acuerdo a este enfoque, en poner de manifiesto la forma cómo un experto desarrolla su actividad, de manera tal que los alumnos puedan observar y construir un modelo conceptual de los procesos necesarios para cumplir con una determinada tarea. Se trata, en consecuencia, de exteriorizar aquello que habitualmente es tácito e implícito, donde el papel del docente es  el de un “acompañante cognitivo”, lo que cambia inexorablemente el papel del docente y lo convierte en un sujeto coparticipe del proceso de enseñanza aprendizaje en la escuela.